viernes, 27 de octubre de 2017

BAJA AUTOESTIMA

         Muchas de las personas que escucho en la consulta empiezan a hablar sobre sí mismas de una forma muy negativa. Se descalifican sin darse cuenta o le quitan importancia a todas las entidades que realizan; todo les sale mal, no tienen suerte en los exámenes o con sus parejas, no se sienten queridos por nadie. Todo es un sinfín de males a su alrededor.
         Con estos pensamientos es difícil avanzar, ya que el interlocutor no es capaz de escuchar nada positivo, y menos todavía que se refiere a sí mismo. Se necesita mucha paciencia para que el paciente vislumbre poco a poco con sus mismas palabras algo bueno sobre él.

         Tenemos que empezar por el principio, es decir, a saber cuál es el origen de esas creencias negativas. Generalmente nos encontramos con problemas acontecidos en la primera infancia, en las relaciones primarias con los padres. Eh ahí el primer escollo a trabajar con el paciente, ya que casi nadie quiere hablar de su infancia, y menos están dispuestos a reconocer que había un conflicto inicial con sus progenitores.
         No se dan cuenta de que ya son personas adultas capaces de pensar por sí mismas, sin estar pendientes de qué dirá el otro. Sus creencias están formadas por introyectos que han ido acumulando a lo largo de su vida sin digerir. Las creencias se pueden cambiar y se hace una buena digestión de ellas.

         Para mí la Psicoterapia es como un proceso de “rumiar las creencias”, o sea, hacer que la persona sea capaz de analizar cada una de sus ideas, masticando muy lentamente, recordando a cada persona que en su momento le transmitió esa forma de pensar, y confrontándola con su vida actual. Es un proceso de asimilación.

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