sábado, 9 de diciembre de 2017

FISIOTERAPIA EN EL CICLO VITAL DE LA PERSONA CON DISCAPACIDAD

Estos últimos años se está dando más visibilidad a la población con discapacidad, sea esta física o intelectual. No la suficiente, pues todavía queda mucho terreno por recorrer en una área tan diversa y tan compleja; tan alejada de su realidad para algunas personas. Sin embargo, la poca visibilidad que se le da a este mundo se limita a la edad escolar, cuando los cuerpos son más susceptibles de cambios al estar en período de crecimiento. Mi colaboración en este blog se va a centrar en destacar esa parte que dejamos de lado, la del adulto.
Cuando un niño con discapacidad acude a la escuela, en la mayoría de los casos puede acceder a una en la que hay fisioterapeutas, psicólogos y logopedas entre otros. Pocos profesionales para la cantidad de niños de la escuela, pero algo es algo. Se avanza, se modifican patrones de movimiento poco funcionales y se mejora la calidad de vida del niño. Pero ese niño se hace mayor. Llega la adolescencia y tras ella el vacío del mundo.
Cuando ese jóven presenta una discapacidad física o una intelectual ligera, puede seguir integrándose sin problema, estudiar una carrera si es su deseo, empezar a trabajar, etc. Pero, ¿y si la discapacidad no es tan ligera? En muchos casos, cada vez menos, la persona se quedaba en casa con sus familiares, sin relación con el mundo más allá de esas pocas personas. Ahora la mayoría entran en centros ocupacionales, en los que la figura del psicólogo sigue estando reconocida al igual que en la escuela. Pero ¿y el cuerpo? Personas con Síndrome de Down, parálisis cerebral, hemiplejias... ¿Acaso no presentan déficits motrices y patologías? Hipotonía (déficit de tono muscular), hiperlaxitud ligamentaria (que puede provocar luxaciones y esguinces), espasticidad (que provoca cada vez más restricción de movimiento) y problemas de equilibrio y control motor (que aumentan el riesgo de caída)  son solo una muestra del amplio abanico de problemas que un adulto con discapacidad puede presentar. Es necesario continuar abordando estos aspectos físicos después de la edad escolar a través de la fisioterapia. Que la plasticidad sea menor en un adulto no significa que se deba dejar de lado la rehabilitación y el mantenimiento. No por ser adultos merecen menos atención y menos ayudas que un niño, tanto a nivel físico como a nivel integrador y psicológico.
Es por ello que con esta entrada reivindico que se siga llevando al adulto con discapacidad a sesiones de fisioterapia, que se incluya la figura sanitaria del fisioterapeuta en todos los centros ocupacionales, centros de día y residencias y que se elimine la creencia de que cuando se es adulto y los patrones se han asimilado, "ya está todo perdido". Nada lo está, nunca. Y si no fuera posible mejorar, se debe evitar el avance de dichas patologías. Y pido, a vosotros lectores, que les ayudéis e integréis, que contribuyáis a mejorar la calidad de vida de estas maravillosas personas.

CLÍNICA DE FISIOTERAPIA

                                                             Colaboración de
                                                   Yéntel Ballester Gil
                                                   Fisioterapeuta. N.º Col: 4949


lunes, 13 de noviembre de 2017

FRASES FAMOSAS

“No hay ninguna razón por la que no se pueda enseñar a un hombre a pensar”
(B.F Skinner)

“El encuentro entre dos personalidades es como el contacto entre dos sustancias químicas. Si hay alguna reacción ambas serán transformadas”.
(Carl Jung)

“La satisfacción de la necesidad de autoestima conduce a sentimientos de autoconfianza, valía, fuerza, capacidad, y suficiencia, de ser útil y necesario en el mundo”.
(Maslow)


“No aprenderás nada si no estás dispuesto a aceptarte con todas tus limitaciones“.

“La habilidad de hacer una pausa y no actuar por el primer impulso se ha vuelto aprendizaje crucial en la vida diaria”.
(D. Goleman)

“La ciencia moderna aún no ha producido un medicamento tan eficaz como unas pocas palabras bondadosas”.
(S. Freud)


¿Te apetece añadir alguna frase más que tú conozcas? Aprovecha ahora.

viernes, 27 de octubre de 2017

BAJA AUTOESTIMA

         Muchas de las personas que escucho en la consulta empiezan a hablar sobre sí mismas de una forma muy negativa. Se descalifican sin darse cuenta o le quitan importancia a todas las entidades que realizan; todo les sale mal, no tienen suerte en los exámenes o con sus parejas, no se sienten queridos por nadie. Todo es un sinfín de males a su alrededor.
         Con estos pensamientos es difícil avanzar, ya que el interlocutor no es capaz de escuchar nada positivo, y menos todavía que se refiere a sí mismo. Se necesita mucha paciencia para que el paciente vislumbre poco a poco con sus mismas palabras algo bueno sobre él.

         Tenemos que empezar por el principio, es decir, a saber cuál es el origen de esas creencias negativas. Generalmente nos encontramos con problemas acontecidos en la primera infancia, en las relaciones primarias con los padres. Eh ahí el primer escollo a trabajar con el paciente, ya que casi nadie quiere hablar de su infancia, y menos están dispuestos a reconocer que había un conflicto inicial con sus progenitores.
         No se dan cuenta de que ya son personas adultas capaces de pensar por sí mismas, sin estar pendientes de qué dirá el otro. Sus creencias están formadas por introyectos que han ido acumulando a lo largo de su vida sin digerir. Las creencias se pueden cambiar y se hace una buena digestión de ellas.

         Para mí la Psicoterapia es como un proceso de “rumiar las creencias”, o sea, hacer que la persona sea capaz de analizar cada una de sus ideas, masticando muy lentamente, recordando a cada persona que en su momento le transmitió esa forma de pensar, y confrontándola con su vida actual. Es un proceso de asimilación.

lunes, 16 de octubre de 2017

¿SIENTES ANSIEDAD?

         Suelo ser una mujer tranquila, relajada, pocas cosas me suelen sacar de mis casillas. Por lo menos así aparentaba de más joven, no me consideraba una persona ansiosa hasta que… Me empecé a preocupar exageradamente por ciertos acontecimientos de la vida cotidiana; desamoríos, exámenes, tareas familiares, etc. Estas pequeñas cosas ocupaban gran parte de los pensamientos diarios, añadiendo a todos ellos un aura de pesimismo absoluto. La parte positiva de ello es que era plenamente consciente de lo que estaba ocurriendo, me desbordaba, sabía que aquello no era normal en mi forma de ser. Aunque ya había empezado la carrera de psicología no habíamos tocado para nada las patologías ni el diagnóstico de los casos. Pero no me hacía falta más teoría para saber que tenía que tomar algún remedio de inmediato para salir de ese caos que me invadía.
         A posteriori he podido poner nombres a todas aquellas sensaciones. Se suele llamar “ansiedad generalizada”. Es algo que suelen decir alguno de mis pacientes cuando me dicen frases como: “estoy nerviosa por todo pero no sé lo que me sucede.
         Intento hacerles comprender que la ansiedad es una reacción normal de todas las personas ante situaciones de estrés o de incertidumbre. Ahora bien, cuando algunos de los síntomas ansiosos en su conjunto provocan angustia o algún trastorno físico palpable, entonces ya hay que preocuparse y tomar una decisión de ayuda externa.
         Creo que sería conveniente seguir hablando de estos síntomas así como de la forma que aparece en cada uno de vosotros, los lectores. A mí me da por quedarme paralizada, con la mente nublada, como si no supiera qué pensar.

¿Cuáles son tus síntomas de malestar? ¿Quieres compartirlos con nosotros?


sábado, 18 de febrero de 2017

MI FORMA DE TRABAJAR

         Desde hace unos años vengo observando un descenso progresivo de pacientes. Ellos mismos lo manifiestan con sus palabras; hay que quitar las actividades superfluas como el gimnasio, los talleres, las terapias… E ir a lo básico para poder comer.
         A nivel personal, además de una disminución de los ingresos, ha supuesto una reestructuración profesional buscando nuevos cauces adonde dirigirme. Así surgió la posibilidad de convertirme en escritora de tres libros, indagar un poco más dentro de las plataformas de formación online y abrir toda una nueva perspectiva de Formación con esa reciente metodología de trabajo.
         Pero me sigue gustando la Psicoterapia y no renuncio a ella. No me siento perteneciente a ninguna orientación psicológica concreta, pienso que todas ellas tienen sus cosas buenas y malas, lo más importante es conseguir una buena empatía con el paciente. Sí que es verdad que abogo más por las terapias dinámicas, al principio de mi andadura realicé un Máster que clínico en Gestalt que me ha servido de gran valía a lo largo de todos estos años, también he leído bastante sobre psicoanálisis, terapia familiar, etc. todo ello encaminado a perfeccionar mi trabajo terapéutico.
         Ahora abro una nueva perspectiva hacia la Psicoterapia online. Quiero pensar que puede resultar beneficiosa para muchas personas con dificultades en el desplazamiento u horarios de trabajo.

         ¿Estarías interesado en probar? Puedes hacer cuantas preguntas consideres oportuno.