lunes, 16 de marzo de 2020

MIEDO A LO DESCONOCIDO


Desde enero Europa está atravesando una experiencia poco conocida que causa desconcierto y confusión. Un virus nuevo está saqueando a toda la población. Empezó en China, un lugar lejano en principio para nosotros, pero poco a poco se iba acercando, primero a Italia y luego hasta España.
Al principio, no hicimos mucho caso hasta que nos dijeron por la tele que unos aficionados al fútbol de Valencia se fueron a Milán y habían vuelto contagiados. Fueron ingresados en el Hospital Clínico.
Aunque el virus Corona parecía aún estar lejano se iba acercando cada vez más produciendo contagios y muertes a su alrededor. Casi nadie conoce en qué consiste en realidad, pero eso no es necesario para causar entre la sociedad el pánico y del exterior colectiva.
Hemos llegado a una situación de Pandemia internacional, además del Estado de Alerta en España. Para mí no es el primer Estado de Alerta, pero sí que me estreno en un confinamiento obligatorio a causa de un virus. Francamente no me da miedo el contagio en sí sino más bien me horroriza algunos comportamientos sociales que estoy viendo en los distintos grupos de gente.
El miedo social, unido a la ignorancia de muchos puede llevar a un estado caótico. Más ahora que han mejorado enormemente las tecnologías de comunicación social con lo que contribuyen a difundir bulos a través de las distintas redes sociales. Claro que algunos sectores me estás diciendo que también contribuye a la solidaridad por los más desfavorecidos. En ese sentido soy más bien pesimista y me inclino a pensar que pueden hacer más mal que bien.
En los años que estudié Psicología Social nos enseñaron el significado del poder de masas y de lo que podía llegar a convencer un determinado colectivo de personas. Pero no existía internet con su gran poder.
Me he encontrado con distintos grupos de gente.
·       Las personas que se dejan llevar por las influencias externas del Facebook y semejantes redes sociales. Escuchan o ven un mensaje en su móvil y se dejan llevar por él sin contrastar con la verdad porque no saben cuál es. Son los primeros que cuando han oído la palabra “contagio” han entrado a saquear Mercadona —o el comercio más cercano que tenían— sin pensar qué compraban. Tienen miedo a quedarse encerrados en casa.
·       Los pasotas. Generalmente gente joven, aunque no siempre, más que nada dedicados también a los móviles, a lo que dicen o dejan de decir. Más que nada dedicados a su “yo personal” y a sus juegos. Tampoco contrastan con la realidad en la que viven y no cumplen con las reglas sociales.
·       Los últimos —por desgracia una minoritaria parte de la sociedad— más cerca de la información veraz, el sentido común y la prudencia. Por desgracia los demás ganan a este colectivo. Al final tiene que emplear una fuerza no prevista muy conocida.
Me gustaría ser capaz de transmitir un mensaje optimista de tranquilidad y confianza en las personas que no saben sobre la situación real del Corona-virus, esperando que sean capaces de vencer a su miedo interior sin transmitir pánico a los demás, pero si siendo prudentes y partícipes con las normas establecidas sin saltarse la solidaridad que puedan tener hacia los más débiles.