Hay cosas que suceden sin más. ¿Casualidad, coincidencia? No creo en las casualidades, siempre hay una razón para que ocurran, aunque sea inconscientemente.
Estaba pensando durante los últimos días en ciertas personas, quería volver a contactar con ellas, en principio un motivo especial. Me vino a la mente su imagen junto con el recuerdo de sus momentos pasados conmigo y su significado bueno o desagradable.
Tampoco es casualidad el conflicto de sentimientos
ambivalentes que me ha generado este acontecimiento último. Empezando por una
certeza anticipada y sabida desde mucho tiempo atrás, acompañada de sorpresa
por lo repentino, mucho alivio y alegría en partes iguales, cierta pena al
pesar cómo se ha llegado al final. Sé que es difícil comprender esta amalgama
de impresiones a la vez. Sin embargo, es así como me encuentro ahora. No me he
caído desde un precipicio ni en paracaídas, todo ha sido conscientemente elaborado
a lo largo de muchos años. La imagen que nos surge en estos instantes es de unos
espeleólogos saliendo de una gruta recientemente hallada.
